Un proyecto que fusiona sobriedad, diseño y funcionalidad en una cocina de concepto abierto, con una vista única al centro de la casa.
La distribución integra una gran isla central con pileta, acompañada por una mesa de comedor para seis comensales, todo en una misma pieza lineal. El mobiliario combina frentes en Fenix negro con alacenas en madera enchapada, manteniendo la misma tonalidad que la mesa para lograr una continuidad visual impecable.
Con sistema de manija gola en el mismo acabado negro refuerzan el lenguaje minimalista. La campana se encuentra oculta dentro de las alacenas superiores y la zona de despensa se integran sobre una única pared que aloja todo el almacenamiento.
Los pisos en porcelanato de gran formato, las líneas puras y la conexión con el exterior completan una cocina que destaca por su elegancia contemporánea y su armonía con el entorno.
