En esta vivienda de líneas modernas y espíritu relajado, la cocina se convierte en el corazón del hogar. Detrás de dos puertas corredizas de hierro y cristal, un diseño minimalista en melamina gris arcilla y madera clara roble nebraska se despliega con calidez.
La isla central, de generosas dimensiones, organiza el espacio e invita a compartir: un lado dedicado a la cava y el otro a la estación de café. La combinación de piedra en tonos suaves, el piso continuo y las visuales abiertas hacia las áreas verdes completan una atmósfera de calma y sofisticación.
Un proyecto que equilibra funcionalidad y estética, pensado para encuentros cotidianos y momentos especiales.
